Acciones, denuncias de Verdemar – Ecologistas en Acción

Verdemar Ecologistas en Acción quiere llamar la atención de nuevo sobre la gran cantidad de residuos plásticos y colillas en las playas de la comarca del Campo de Gibraltar, concretamente en la playa del Rinconcillo de Algeciras, Cádiz.

Verdemar Ecologistas en Acción lleva varios años realizando un seguimiento al litoral en referencia a la presencia de microplásticos, donde se observa, además, una gran cantidad de colillas en todo el frente.

Para Verdemar las basuras marinas se componen eminentemente de nuestros residuos terrestres. Así todo, una vez entran en el medio marino, se distribuyen por todas las cuencas hasta llegar a sitios tan lejanos de sus fuentes de procedencia como los polos o los fondos oceánicos, tendiendo a acumularse en las zonas de giros oceánicos y zonas de menor energía hidrodinámica.

A medida que pasa el tiempo y bajo el efecto de la radiación solar y otros procesos químicos, físicos y biológicos, los plásticos pierden resistencia y se fragmentan en partículas sin sufrir necesariamente una alteración de su composición química. Es entonces cuando hablamos de microplásticos: pequeños fragmentos de plástico, por lo general de menos de 5 mm.

Las interacciones que se producen entre estos materiales en el medio marino son diversas y complejas. Los efectos más conocidos son los de las basuras marinas “grandes”, los macroplásticos, asociándose generalmente a animales muertos, debilitados o varados por consecuencias relacionadas con enmallamientos y atrapamientos, sofocación, o ingestión.

El camino hacia la sostenibilidad ha de orientarse, entre otras, hacia una economía del plástico más circular, reduciendo el uso de materias primas y disminuyendo la cantidad de residuos que generamos. En particular, es fundamental aumentar el reciclado de plásticos, y dado que el 40 % del plástico producido en Europa se destina a la producción de envases, la introducción de sistemas de depósito y retorno de envases (SDDR) es una medida imprescindible cuya eficacia está además demostrada.

Verdemar Ecologistas en Acción alerta de la colocación de pegamento en la ciudad para la eliminación de aves en Algeciras

Verdemar Ecologistas en Acción denuncia la presencia de pegamento para la eliminación de aves en Algeciras, Cádiz.

Verdemar Ecologistas en Acción señala que los cartones y papeles se impregnan de pegamento, éstas se quedan pegadas y no pueden volver a volar. Quizás la presencia de estas “trampas” esté destinada a los roedores.  Sufriendo graves daños en el plumaje y en el peor de los casos la muerte.

Real como la vida misma y un ejemplo de crueldad inadmisible. Hay individuos que emplean el pegamento para ratas para cazar pájaros que sin duda alguna justifica los hechos. Ha sucedido en varias ocasiones en la ciudad de Algeciras, concretamente cerca del antiguo cine Magallanes, siempre en los lugares de querencia de las aves, en los bebederos, y zonas de almacenamiento y descanso.

Absolutamente lamentable. La fotografía da fe de ello.  Generalmente suelen ser las víctimas, los gorriones, mirlos, pájaros relacionados con el medio urbano.

Casos que se reproducen desgraciadamente cada vez con más frecuencia.  Este método de captura, quizás para roedores, es a todas luces es cruel, ilegal y está perseguido y sancionado.

Verdemar Ecologistas en Acción presenta alegaciones al dictamen de autorización ambiental integrada otorgada a refinería Gibraltar-San Roque para el proyecto Fondo de Barril en San Roque

Para Verdemar Ecologistas en Acción ve una incoherencia total en la UGT comarcal con sus compañeros de la capital de España. Mientras desde UGT- Madrid proclaman la descarbonización de la economía, defienden la ampliación brutal del negocio petrolífero de CEPSA.

La mercantil CEPSA S.A ya ejecutó las obras que implicaban desmontes, movimientos y gestión de tierras para la urbanización del terreno destinado a la instalación ¨Fondo de Barril”.

El conjunto de actuaciones descritas conculca el propio Plan General de Ordenación Urbana de San Roque, además de las normas sectoriales en materia de flora, fauna y hábitats.

A raíz de la denuncia de esta de Verdemar con fecha 9 de agosto de 2019, el Ayuntamiento de San Roque efectúa las pertinentes inspecciones que terminaron en sanciones.

Como reacción a la gravedad de los incumplimientos descritos, la empresa refinera ha iniciado los trámites tendentes a legalizar ambientalmente, a posteriori, todos los movimientos de tierra, su gestión y viales realizados en el Área CP2-PEI. Suelo Urbano

No Consolidado, mediante la adición al Estudio de Impacto Ambiental del proyecto.

Es improcedente evaluar a posteriori las afecciones ambientales del citado.

A los impactos reseñados, habría que sumar las probables afecciones a los yacimientos arqueológicos presentes en toda el área.

Para Verdemar, CEPSA juega a aprendiz de brujo y se permite afirmar, en el seno del expediente de referencia, que “con ocasión de los movimientos de tierras adicionales que sean precisos para la implantación del proyecto Fondo de Barril se respetarán, como se ha venido haciendo hasta el momento, las previsiones sobre protección del patrimonio histórico en relación con los vestigios arqueológicos que, en su caso, estén presentes en la zona”. Verdemar recuerda que tales movimientos de tierras adicionales ya se han llevado a cabo, y han motivado su suspensión cautelar.

Ampliar las instalaciones de la petroquímica Cepsa representa un ataque a la línea de flotación de la Estrategia de la Comisión Europea presentada en 2016 y denominada “paquete de invierno”, “Energía limpia para todos los europeos”, COM (2016) 860 final), que se ha desarrollado a través de diversos reglamentos y directivas. El objetivo de estas iniciativas es facilitar y actualizar el cumplimiento de los principales

objetivos vinculantes para la UE en 2030 de un 40% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990.

No se entiende cómo un proyecto fosilífero anclado en el pasado puede compatibilizarse con esta Estrategia comunitaria. El PNIEC, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 de España, tiene como objetivo avanzar en la descarbonización, sentando unas bases firmes para consolidar una trayectoria de neutralidad climática de la economía y la sociedad en el horizonte 2050. Como enfatiza en su formulación:

“La ejecución de este Plan transformará el sistema energético hacia una mayor autosuficiencia energética sobre la base de aprovechar de una manera eficiente el potencial renovable existente en nuestro país, particularmente el solar y el eólico. Esta transformación incidirá de manera positiva en la seguridad energética nacional al disminuir de manera significativa la dependencia de unas importaciones de combustibles fósiles que suponen una elevada factura económica y que está sometida a factores geopolíticos y a una volatilidad elevada en los precios”.

Aunque los compromisos de reducción del PNIEC sean modestos, un 23% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990, es obvio que su estrategia es incompatible con más carbonización de la industria, como el proyecto de Fondo de Barril de Cepsa representa. Y tampoco está en consonancia con los objetivos de reducción de emisiones contemplados en el PNIEC dentro del sector industrial de la combustión, 7 MtCO2-eq a lo largo de la década de 2020 a 2030. Tampoco asume el objetivo de generación eléctrica renovable en el año 2030 del 74% del total, coherente con una trayectoria hacia un sector eléctrico 100 % renovable en 2050.

Y también el proyecto de Cepsa contradice el Real Decreto-ley 23/2020, de 23 de junio, por el que se aprueban medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica:

“La generación eléctrica renovable eléctrica deberá aumentar, según los datos recogidos en el plan, en unas 2.200 ktep en el periodo 2020–2022 y en aproximadamente en 3.300 ktep en el periodo 2022-2025, para lo que será necesario un rápido aumento de la potencia del parque de generación a partir de fuentes de energía renovable. En el periodo 2020-2022 el parque renovable deberá aumentar en aproximadamente 12.000 MW y para el periodo 2020-2025 en el entorno de 29.000 MW, de los que aproximadamente 25.000 MW corresponden a tecnología eólica y fotovoltaica.

Y finalmente, tampoco respetar la Estrategia de Transición Justa del Marco Estratégico de Energía y Clima, un instrumento de ámbito estatal dirigido a la optimización de las oportunidades en la actividad y el empleo hacia la transición ecológica de la economía, y a la identificación y adopción de medidas que garanticen un tratamiento equitativo y solidario a trabajadores y territorios en dicha transición:

“Para aquellas zonas donde la transición energética y ecológica pueda

poner en dificultades a las empresas y actividades económicas de dichas áreas, se

establecerán Convenios de Transición Justa que propongan un plan de acción territorial

integral para tales zonas, con vistas a la creación de actividad y empleo en la zona, a la

fijación de población en los territorios y a una diversificación y especialización coherente con el contexto socioeconómico”.

La Transición Justa se aplicó inicialmente a las cuencas mineras de carbón afectadas por el cierre, posteriormente a los municipios con sus centrales térmicas de carbón también afectadas. Es hora de que esta Transición Justa se aplique también en zonas y comarcas afectados por la irreversible descarbonización industrial, como es el caso de los complejos petroquímicos.

Verdemar Ecologistas en Acción denuncia el mal estado del Arroyo Negro después de las lluvias

Verdemar Ecologistas en Acción denuncia el mal estado que presenta el Arroyo Negro en La Línea, Cádiz. Las últimas lluvias han puesto en evidencia el grave impacto del ser humano a través de los residuos de los que se desprende “alegremente.”  La imagen corresponde al día 2 de diciembre, en la que se refleja la gran cantidad de desechos. Verdemar cree que quizás algunos de ellos provengan de zonas más altas del arroyo donde desgraciadamente los vertidos residuos son frecuente (zona de La Ermita).

Verdemar recuerda que el 80% de los residuos que encontramos en el mar proviene de tierra, mientras que el 20% restante de la actividad marítima, éstos como se señala a través de arroyos y ríos.

Esta situación se traduce en una pérdida de biodiversidad para el ecosistema acuático. Así, la pesca desciende, a la vez que la calidad del agua también disminuye, no siendo apta para el consumo humano e incluso en ocasiones tampoco apropiada para el cultivo ni la ganadería.

Todos estos desechos se convierten en basura marítima, todo esto se traduce en que al año unos 6,4 millones de toneladas de basura están entrando en los océanos, o alrededor de un kilogramo de cada ser humano. La basura marina se define como cualquier material sólido persistente, fabricado o tratado y/o desechado, eliminado o abandonado en el medio marino y costero. La basura está presente en todos los hábitats marinos, desde las playas hasta los puntos más remotos de los océanos. La particular distribución y acumulación de basura en el océano se ve influida por los movimientos del agua, la morfología del fondo, y las actividades económicas.