El judaísmo y la sexualidad por Edmundo Fayanas

El judaísmo busca establecer límites en el sexo, pero evita la excesiva disciplina o ascetismo. Considera la moderación sexual y el autocontrol como esencial  para llegar a la santidad.  El hombre debe lograr dominar sus impulsos, es cuando entonces el sexo es bello y positivo.  Rechaza el concepto de la sexualidad como un acto pecaminoso o vergonzoso. 

Las llamadas conductas sexuales inmorales  como la sodomía, el incesto o el adulterio son consideradas como ofensivas a Dios y la sociedad.   Si los impulsos sexuales son incontrolados e inmoderados afirma que destruyen a los individuos y a la sociedad.

El matrimonio judío se remonta a la época bíblica.    Si seguimos el Génesis 2:18, después de crear al hombre, Dios decidió que no era bueno que estuviese solo y creó a la mujer para que le acompañara.   Se reconocen los derechos conyugales de la mujer pero están totalmente subordinadas las relaciones sexuales a la necesidad de procrear.