Crece la oposición al gasoducto H2MED frente a su inclusión en la lista de Proyectos de Interés Comunitario a nivel europeo
- Casi un centenar de organizaciones de toda Europa, entre las que se cuenta Ecologistas en Acción, rechazan la construcción del H2MED al considerarlo innecesario y que agravará la crisis energética.
- La lista de Proyectos de Interés Comunitario (PCI) contiene dos proyectos para el transporte de gas fósil, contraviniendo las indicaciones científicas, e ignorando las violaciones sistemáticas de Derechos Humanos ligadas a la explotación de gas.
La Comisión Europea ha publicado este martes 28 de noviembre la sexta lista de Proyectos de Interés Común Europeo/Proyectos de Interés Mutuo (Project of Common Interest/Projects of Mutual Interest – PCI/PMI) en el marco del 10º aniversario del Reglamento sobre las infraestructuras energéticas transeuropeas (Reglamento TEN-E). La lista presentada contiene 166 proyectos, de los cuales 48 son proyectos de transporte o almacenamiento de hidrógeno, sin restringir su utilización únicamente al hidrógeno renovable. En cuanto a la producción de hidrógeno verde, los proyectos que prevén la instalación de electrolizadores ascienden a un total de diecisiete. También se recogen dos proyectos vinculados con el transporte de gas fósil, y catorce proyectos relativos al transporte de CO2 y la captura y el almacenamiento de carbono. Además de 85 proyectos de conexiones eléctricas (internas y transfronterizas), almacenamiento energético y redes inteligentes, en el que se encuentra el controvertido cable submarino del golfo de Vizcaya, Gatica.
La lista, que pasará a votación al Consejo y al Parlamento Europeo para su aprobación, incluye diecisiete proyectos en el Estado español, que pasarán a tener un carácter prioritario y podrán optar a financiación europea hasta un 50% de su coste.
A nivel europeo, se han despertado numerosas críticas respecto a múltiples proyectos, entre los que se encuentra el H2MED, una controvertida infraestructura proyectada para transportar dos millones de toneladas de hidrógeno en 2030 de la península ibérica, atravesando Francia hasta Alemania. Pero también, el gasoducto EastMed que pretende transportar gas desde el Mediterráneo oriental (Israel y Chipre) hasta la red gasista Europea a través de Grecia; y el gasoducto Melita, que pretende conectar Malta a la red gasista europea a través de Italia.
Casi un centenar de organizaciones ambientales y de la sociedad civil europeas y de España, Portugal, Italia, Francia, Bulgaria, Polonia, Bélgica, Bulgaria o Malta, representantes políticos del Parlamento Europeo, el Congreso de los Diputados y el Parlament de Catalunya, así como algunos partidos políticos, han querido unirse para expresar su preocupación ante el H2Med, infraestructura que aspira a ser el mayor corredor de hidrógeno verde entre la península ibérica y el centro de Europa, así como otras infraestructuras para el transporte de hidrógeno que se consideran innecesarias y sobredimensionadas.
La red Gas No Es Solución, de la que forma parte Ecologistas en Acción, ha liderado la publicación de esta carta unitaria. Indica que “es claro que el hidrógeno renovable tiene un papel en la transición energética, pero también es claro que su papel debe acotarse antes de desembolsar miles de millones de euros de fondos públicos en infraestructuras innecesarias“. Para ello, consideran que el uso del hidrógeno verde se debe priorizar, fomentando su consumo local, para aquellos sectores industriales difíciles de descarbonizar (por ejemplo, el sector siderúrgico) y en sectores imposibles de electrificar como el transporte marítimo o la aviación, no sin antes reducir su demanda.
Asimismo, señala que “el hidrógeno no es la panacea ni la solución mágica para todas las necesidades. El hidrógeno verde se encuentra aún en una fase muy prematura de desarrollo. Es una tecnología inmadura en términos de producción a gran escala, así como de transporte y almacenamiento. Para que contribuya de forma real y significativa a los objetivos climáticos de la UE, se necesitan grandes avances en términos de tecnología y eficiencia”.
“Nos oponemos”, añade la red, “a este proyecto, ya que los promotores no han realizado un estudio previo detallado sobre las perspectivas de producción y demanda futura del hidrógeno verde. No podemos caer en los mismos errores que con el desarrollo de la red gasista, que está totalmente sobredimensionada para las necesidades que tenemos como sociedad y ha acabado siendo pagada por toda la ciudadanía para el beneficio de unas pocas empresas”.
Sobre los dos proyectos para el transporte de gas fósil incluidos en la lista, la red Gas No Es Solución expresa que “incluyendo estos proyectos, la Unión Europea revela su hipocresía tanto a nivel medioambiental como a nivel político, y parece olvidarse de que el gas fósil, y los combustibles fósiles en general, están ligados a la violación sistemática de los derechos humanos”. En concreto el gasoducto EastMed sería alimentado por los yacimientos de Chipre, el yacimiento Leviatán de Israel y posiblemente por los yacimientos de Marine que se encuentran frente a la costa de Gaza.
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