Declaraciones de Tasia Aránguez, de la Junta Directiva Estatal de ADAEC

Declaraciones de Tasia Aránguez

Desde la Asociación Estatal de Afectadas de Endometriosis Crónica-Adaec solicitamos que el 14 de marzo, con motivo del día internacional de la endometriosis, se iluminé de amarillo la portada del Ayuntamiento de Granada.

La endometriosis es una enfermedad que afecta a un diez por ciento de las mujeres en edad menstrual, a unos dos millones de españolas. Es una enfermedad de altísima prevalencia, siendo una de las dolencias crónicas más frecuentes. La padecen más mujeres que el sida, la diabetes, el asma y la epilepsia juntas. Consiste en el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, normalmente dentro de la cavidad pélvica (intestinos, recto, vejiga, etc), pero puede invadir cualquier órgano del cuerpo por vía linfática.

El primer síntoma de la endometriosis es el dolor severo durante la menstruación. El diagnóstico se retrasa a causa del tópico de que es normal que la menstruación duela. Cuando las mujeres se quejan de dolor menstrual extremo se la tacha de vagas que quieren una baja laboral o de hipocondriacas, y a menudo acaban en salud mental. El diagnóstico se demora unos ocho años y tienen que consultar cuatro o cinco especialistas distintos antes de que alguien las tome en serio. La enfermedad se va extendiendo en ese tiempo, pudiendo causar complicaciones peligrosas como una perforación del apéndice o del intestino.

La enfermedad progresa generando discapacidad en la vida cotidiana: dolor pélvico permanente que no cede a la analgesia, diarreas o estreñimiento, migrañas, dolor durante las relaciones sexuales, dolor al estar sentada, dolor al permanecer de pie, dolor al desplazar cargas, limitaciones a la movilidad, entre otros síntomas. Además, esta enfermedad es la causante del 40% de la infertilidad femenina, de modo que constituye un auténtico problema de salud pública.

A pesar de su gran incidencia sobre las vidas de tantas mujeres, la enfermedad no recibe apenas atención científica ni social. No hay consenso científico sobre sus causas, no hay una cura definitiva y las técnicas diagnósticas son precarias, pues la enfermedad suele ser invisible en las ecografías y el diagnóstico final exige una cirugía.

Pedimos que se ilumine la portada del Ayuntamiento de Granada, en solidaridad con todas las mujeres que sufren esta enfermedad y para visibilizar estos tres objetivos:

  • Acabar con la normalización del dolor menstrual. Las mujeres han de saber que no tienen que soportar el dolor estoicamente. La menstruación saludable no incapacita.
  • Conocer la existencia de esta enfermedad. Hablar sobre las limitaciones mejora la inserción social y laboral de las pacientes. Conocer la enfermedad permitirá que se produzca la sospecha de su existencia, y esto es esencial para un diagnóstico temprano que mejora el pronóstico de la endometriosis.
  • Impulsar la mejora de la atención sanitaria y la investigación. Queremos que se destinen recursos a esta enfermedad, que nuestra ciudad tenga una Unidad multidisciplinar capaz de operar los casos complejos y que la Universidad de Granada favorezca la investigación en técnicas diagnósticas, causas de la endometriosis y tratamientos.

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