Las mujeres no gozaron jamás de auténtica libertad en el Imperio Romano. Sin embargo, las mujeres de la nobleza pudieron disponer de cierta libertad de movimientos, aunque fue más simbólica que real y siempre estuvieron supeditadas a las decisiones de sus padres, maridos, hermanos o hijos.
Unas pocas mujeres tuvieron ocasión de ejercer una gran influencia sobre los hombres que las rodearon y, si bien no pudieron ejercer el poder por ellas mismas, sí tuvieron en sus manos el destino de Roma, es el caso de Gala Placidia.Conocer la historia de Gala Placidia nos permite adentrarnos en uno de los momentos más importantes de la historia europea. Pues a Gala le tocó vivir en un Imperio Romano a punto de desmoronarse y vio como unos bárbaros procedentes del norte se hacían con las otrora florecientes tierras romanas con gran facilidad.
No se sabe con seguridad la fecha del nacimiento de Gala Placidia, pero se calcula que fue entre los años 388 y 393 y su lugar de nacimiento fue Roma. Era hija del emperador romano Teodosio I, uno de los grandes emperadores hispanos y de su segunda esposa Gala. Se quedó huérfana a temprana edad, ya que su madre falleció como consecuencia de un parto posterior al de Gala. Un año después murió su padre Teodosio. A la muerte de éste, el Imperio Romano quedó fracturado en dos partes: El de Oriente para Arcadio y el de Occidente para Honorio.
Las maniobras de Gala para favorecer a sus propios hijos pronto despertaron recelos en la corte, sobre todo entre los partidarios del joven aspirante Arcadio que era “el magister officiorum” de Rufino…
Artículo de: Edmundo Fayanás Escuer – Profesor de historia.