La mayor evaluación pública de la historia encuentra una exposición química “alarmantemente alta” en Europa
- La población europea, especialmente niños y niñas, está expuesta a niveles “alarmantes” de sustancias químicas peligrosas, según el mayor programa público de detección de tóxicos.
- Gran parte de esa exposición proviene de que las normativas de la UE han permitido tóxicos en productos de consumo.
- La Comisión Europea planea permitir tóxicos en la mitad de los productos en los que se utilizan actualmente, en lugar de eliminarlos en la totalidad, como se comprometió.
La Iniciativa Europea de Biomonitoreo Humano (HBM4EU) es un programa de cinco años en el que 116 agencias gubernamentales, laboratorios y universidades analizan la presencia de 18 grupos de sustancias químicas problemáticas en la orina y muestras de sangre de más de 13.000 habitantes de 28 países europeos. Según el coordinador del programa “la población está expuesta a niveles “alarmantes” de sustancias químicas peligrosas, especialmente los niños y niñas”.
Gran parte de esa exposición proviene de la debilidad de las normativas de la UE, que ha permitido un uso descontrolado de sustancias químicas, según la Oficina Ambiental Europea y CHEM Trust, organizaciones de la campaña Toxic Free Future, a la que también pertenece Ecologistas en Acción.
A pesar de estos datos preocupantes, Bruselas planea reducir drásticamente su compromiso de prohibir los tóxicos más dañinos en los productos de consumo, según un borrador de evaluación de impacto al que ha tenido acceso Corporate Observatory Europe (CEO). La Comisión iría así en contra de lo que prometió su vicepresidente ejecutivo, Frans Timmermans, hace exactamente 1.000 días. La evaluación de impacto revisado sugiere que el compromiso de la Comisión no será tan ambicioso: en lugar de cubrir todos los productos de consumo, la nueva prohibición planea prohibir el 50% de los productos como máximo y el 1% como mínimo. Es decir, permitiría que continuase la exposición del público a tóxicos lo que podría ganerar graves daños a la salud, incluidos el cáncer, la infertilidad, la obesidad, el asma y las enfermedades neurológicas.
El texto de la evaluación de impacto, analizado por la EEB, afirma que los costes directos para la industria química causados por prohibir las sustancias más dañinas en sus productos se compensarían con 10 veces mayores beneficios para la salud humana (estas cifras se refieren a un período de 30 años). Así, los costes anuales para que la industria reformule sus productos estarían entre 900 y 2.700 millones EUR mientras que los beneficios para la salud humana oscilan entre los 11.000 y 31.000 millones EUR.
La Comisión Europea se comprometió, en su estrategia sobre productos químicos para la sostenibilidad, a prohibir las sustancias químicas más dañinas en todos los productos de consumo a través de una revisión de la ley de seguridad química de la UE, el REACH. La revisión se había prometido para finales de 2022, pero los comisarios de la UE decidieron retrasarla tras la presión de la industria química alemana.
El programa de biomonitoreo produjo 168 artículos revisados por pares que encontraron:
— Efectos combinados: La UE suele evaluar los riesgos de las sustancias de forma aislada, lo que lleva a una “subestimación sistemática de los efectos de la mezcla” en la legislación. La investigación de HBM4EU demostró que los cócteles químicos magnifican los impactos en la salud. Hay una “necesidad urgente” de actualizar la legislación de la UE para reflejar esto, concluyen.
— “Sustitución lamentable”: HBM4EU deja claro el fallo regulatorio de la normativa REACH, la llamada “sustitución lamentable”, una práctica que consiste en cambiar una sustancia regulada por otra sustancia similar no regulada, pero probablemente igual de peligrosa. HBM4EU encontró un aumento en los niveles de BPS (sustituto de BPA) en muestras humanas y lo vincularon con la obesidad y el cáncer de tiroides. Observaron un cambio similar de los ftalatos del controvertido sustituto DINCH y en los PFAS, donde se encontraron “muchos” sustitutos . Encontraron nuevos retardantes de llama en la gran mayoría de las personas analizadas (gráfico).
— Lagunas en los datos: en la mayoría de los casos, el HBM4EU no pudo establecer los niveles de preocupación para la salud debido a “datos de toxicidad insuficientes”. Esto se debe, de nuevo, a fallos de la normativa REACH: o porque una laguna legal obliga a los funcionarios a permitir el acceso al mercado antes de que se les permita verificar la calidad de los datos, o porque muchas empresas proporcionan de forma rutinaria datos sobre peligros poco fiables. Sea como sea, la conclusión es que los funcionarios no conocen los peligros potenciales de la mayoría de los productos químicos que se usan en la actualidad. Y para aquellos para los que hay datos disponibles, la mayoría de las pruebas infringieron las concentraciones en las poblaciones muestreadas.
— Retardantes de llama: existe una “exposición generalizada de los niños europeos” a retardantes de llama altamente dañinos. El 99 % de los niños se encontró contaminado con un metabolito de al menos un retardante de llama, mientras que el 64 % de los niños en 7 países están contaminados con otro metabolito de un carcinógeno sospechoso.
— Ftalatos (plastificantes plásticos): el 17 % de los niños y adolescentes europeos se encontraron en riesgo por la exposición a una mezcla de ftalatos tóxicos para la reproducción.
— Bisfenoles: exposición interna “pronunciada” al BPA en toda Europa, siendo madres e hijos los más expuestos.
— PFAS: “exposición generalizada a PFAS que supera los valores orientativos basados en la salud”, es decir, a niveles más allá de los cuales no se pueden descartar impactos en la salud. Se encontró que todos los jóvenes evaluados estaban contaminados, con alrededor de una cuarta parte en un estudio más allá del nivel de preocupación por la salud. Se identificó un número creciente de ‘puntos críticos de PFAS’, donde la exposición es alrededor de 100 veces mayor que el promedio y “un riesgo para la salud humana”.
Tatiana Santos, jefa de Política Química de EEB, ha declarado: “El fracaso de la UE para controlar las sustancias tóxicas está escrito en la sangre y la orina contaminadas de todas las europeas. Sin embargo, la Comisión se está preparando para permitir que estas sustancias se sigan utilizando en al menos la mitad de los productos en los que se utilizan actualmente, a pesar de su evaluación de que el beneficio para la salud superará ampliamente los costes para la industria. Cada día de retraso trae más sufrimiento, enfermedad e incluso muerte prematura. La retirada regulatoria de la UE podría ser el clavo en el ataúd del Green Deal, alimentando el cinismo y socavando la confianza en el Proyecto Europeo a menos que la Comisión cumpla su promesa de desintoxicar los productos de consumo. A un paso de las elecciones de la UE, es hora de despertar y poner a las personas por delante de unos pocos intereses de lobby industrial”.
Según Ninja Reineke, directora científica de CHEM Trust, “los datos de biomonitoreo humano de la UE han encontrado una contaminación muy preocupante de las personas, en particular niños y adolescentes, es necesario actuar urgentemente”.