Ecologistas en Acción demanda a la naviera que provocó el vertido de pellets en la costa gallega

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Ecologistas en Acción demanda en el Juzgado a la naviera que provocó el vertido de pellets en la costa gallega
  • Ecologistas en Acción ha interpuesto demanda penal ante el Juzgado de Noia contra la empresa propietaria del navío Toconao por un delito contra el medioambiente y los recursos naturales a causa de la marea de pequeñas bolas de plástico blancas que está afectando la costa de Galicia.
  • La organización ecologista solicita al Juzgado que imponga a la empresa una caución de 10 millones de euros para hacer frente a una descontaminación que será larga y costosa.

Ecologistas en Acción acaba de presentar este martes en el Juzgado de Noia (A Coruña) una demanda penal contra la empresa armadora propietaria del buque portacontenedores Toconao, con bandera de Liberia, así como contra su capitán. La acción judicial, realizada junto con Plademar Muros-Noia, atribuye a la empresa un presunto delito contra el medioambiente y los recursos naturales por la afectación a las costas gallegas con un vertido de millones de pellets de plástico.

La marea de pequeñas bolas de plástico blancas ya ha afectado a 10 espacios protegidos de la Red Natura 2000, así como al Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, al Parque Natural de Corrubedo y a numerosas zonas de costa y arenales. En la demanda se evidencian los daños sustanciales a la calidad del agua, a los suelos de las playas,  animales y plantas de estos ecosistemas, además del riesgo de perjuicios a la salud.

Los pellets de plástico (o nurdles) son bolas de cinco milímetros de diámetro que, por sus características, atraen las toxinas próximas absorbiéndolas como una esponja, lo que hace que se conviertan en bombas tóxicas.

Su forma y tamaño atraen a numerosas especies de aves, peces y crustáceos que los confunden con ovas. Al ingerirse, los plásticos entran en la cadena trófica y, con frecuencia, provocan la muerte del animal, que deja de comer al tener el estómago lleno de plástico.

Cuando entran en la cadena trófica, las sustancias contaminantes que portan los microplásticos quedan en los tejidos de los animales. Además, la descomposición de los pellets genera micropartículas y nanopartículas imposibles de eliminar que son ingeridas por el plancton y organismos filtradores.

Caución judicial de 10 millones de euros

Ecologistas en Acción quiere asegurar que se cumple la máxima de “quien contamina paga” y, por eso, en su demanda ha pedido al Juzgado que imponga una caución a la empresa demandada de no menos de 10 millones de euros que permita acometer los costes de restauración. Con esta acción, pretende agilizar una vía que evite la impunidad que acabaron teniendo otros vertidos marítimos en el pasado.

A su vez, la organización ecologista anima a las Administraciones afectadas y a otras organizaciones sociales a personarse como acusaciones en la causa que se abrirá en Noia.

A pesar de ello, los colectivos denunciantes lamentan la inacción de la Xunta a la hora de adoptar medidas y animan a la sociedad a participar en las numerosas acciones de limpieza que se han realizado de forma espontánea en las últimas semanas. En este sentido, Ecologistas en Acción está organizando una campaña de voluntariado ambiental en la que ya es posible inscribirse a través de este formulario.

La organización ecologista señala que, aunque este episodio causado por el Toconao tiene una dimensión sin precedentes en nuestras cosas, los pellets de plástico son uno de los elementos que se vienen recogiendo en las limpiezas de playas desde hace años. Por eso, demanda un cambio en el sistema de producción y en el modelo económico global, que además de ser profundamente injusto, asume riesgos de los que después no se hace cargo: “Los impactos sobre los ecosistemas normalmente no se contabilizan y, como en este caso, la limpieza y restauración parcial recae sobre la ciudadanía y los medios públicos”.

El Juzgado de Noia inicia diligencias por el vertido de pellets y reconoce a Ecologistas en Acción como acusación popular
  • El juzgado de Noia atiende la demanda de Ecologistas en Acción e instruye al Seprona como policía judicial para determinar el alcance y toxicidad del vertido, y aclarar la titularidad del buque para poder citar a sus propietarios como investigados.
  • La organización ecologista anticipa una batalla judicial larga y complicada, considerando el entramado societario que hay detrás de la naviera y teniendo presente el precedente del Prestige, cuyo proceso se extendió 16 años.

Apenas 24 horas después de que Ecologistas en Acción presentase ante el Juzgado de Noia una denuncia penal contra la naviera responsable por el vertido de pellets que asola las costas de Galicia y de otros puntos del Cantábrico, la jueza titular ha abierto diligencias, instruyendo al Seprona como policía judicial para determinar el alcance del vertido, su toxicidad y la titularidad del navío Toconao, tal y como había solicitado la organización ecologista.

En un auto separado al de incoación, el mismo Juzgado de Instrucción n.º 2 de Noia ha admitido la personación de Ecologistas en Acción, junto con el colectivo de pescadores y mariscadores Plademar y la Fundación Montescola, como acusación popular. Considera así que los hechos investigados “podrían ser indiciariamente constitutivos de un delito contra el medio ambiente y los recursos naturales en el que entran en juego intereses supraindividuales o institucionales que legitiman su intervención”.

La organización ecologista considera positiva la celeridad de las actuaciones al permitir que se evalúen los daños sustanciales que el vertido está provocando en los ecosistemas costeros cuando estos son más evidentes. En ese sentido, ha pedido la colaboración de la comunidad científica para constatar estos impactos y evitar que se vuelva a producir un escenario de impunidad.

Batalla judicial larga y complicada

Ecologistas en Acción se está preparando para una batalla judicial a largo plazo, recordando el precedente de la catástrofe ambiental causada por el Prestige en las costas gallegas en 2002. Dicho proceso se alargó más de 16 años y quedaron libres todos los imputados en relación al cargo de delitos contra el medioambiente.

El entramado societario que hay detrás del buque con bandera de conveniencia en Liberia y sociedades en paraísos fiscales, opacos a la justicia española, complica mucho la actuación de la justicia para que los verdaderos responsables del desastre ambiental se hagan cargo de la restauración y remediación de los ecosistemas dañados.

Por eso, según la organización ecologista, la acción judicial ahora iniciada es fundamental para determinar la responsabilidad civil y poder obligar en su momento a la propietaria del buque y a su aseguradora a abonar las indemnizaciones que correspondan por el daño causado, asegurando que se cumple el principio de “quien contamina paga”. En este caso, Ecologistas en Acción ha solicitado al Juzgado de Noia que se imponga una caución de 10 millones de euros a la naviera del Toconao.

“El entramado societario que hay detrás del portacontenedores no es casual. Con esta ingeniería societaria se aseguran la impunidad ante los desastres ecológicos que causan, al ahorrarse costes en seguridad.  Mientras se sientan impunes y puedan eludir pagar las sanciones e indemnizaciones, seguirán jugando con la vida del planeta”, denuncian desde la organización ecologista.

La grave amenaza de los microplásticos

La contaminación por plásticos y otras basuras marinas se ha convertido en una de las principales amenazas sobre los ecosistemas marinos a nivel global. La Universidad Estatal de Florida estima que más de 17 millones de toneladas de plástico entraron en los océanos del mundo en el año 2021, y esa cifra aumenta cada año. Solo en Europa se estima que cerca de 160.000 toneladas de pellets de plástico llegan al ambiente terrestre y marino cada año y, según ha publicado The Guardian, en todo el mundo las cifras llegan a las 230.000 toneladas al año en el mar.

Ecologistas en Acción recuerda que la presencia de microplásticos en los océanos tiene consecuencias devastadoras para la vida marina y los ecosistemas acuáticos. Estos diminutos fragmentos de plástico se han infiltrado en todos los niveles de la cadena alimentaria marina, desde organismos planctónicos hasta grandes mamíferos marinos.

Su contaminación asociada conlleva desde daños físicos, como microlesiones en los tejidos internos (la llamada “plasticosis”), hasta la bioacumulación de contaminantes tóxicos. También pueden facilitar la entrada de virus y bacterias en el organismo al estar adheridos a los microplásticos. La contaminación también altera la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas marinos, afectando la biodiversidad y desencadenando cambios en la distribución de las especies.

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