Esta semana en nuestro espacio dedicado a la Salud y el Bienestar, vamos a tratar sobre el cuidado de la piel. Es una de las partes de nuestro cuerpo que tenemos que cuidarla más de lo que hacemos habitualmente, ya que está expuesta a las inclemencias del tiempo y el sol, sobre todo en verano que vamos más ligeros de ropa.
Mantener una piel saludable durante todo el año requiere dedicación y el conocimiento de prácticas esenciales de cuidado. La limpieza diaria es fundamental para eliminar impurezas y residuos, seguida de una hidratación adecuada que preserve la elasticidad y suavidad de la piel, adaptando los productos al clima y a las necesidades específicas de cada temporada.
Es aconsejable aplicarse cremas protectoras, según el tipo de piel. Las pieles secas se benefician de fórmulas más ricas y nutritivas, mientras que las pieles grasas requieren opciones ligeras y no comedogénicas, asegurándose así una buena protección, sin llegar a provocar exceso de sebo o imperfecciones.