La gorda y la flaca dan el campanazo

Who pays for this party?

Este año la Pedroche lleva las de perder porque de todos los miles de memes, insultos, guarradas y opiniones que aguanta cada año su compañera de Lalachús no va a tener que soportar ninguno ya todo comentario u opinión al respecto de la presentadora, independientemente de su aspecto, sentenciado al grito de “¡GORDOFOBIA!”

En el último lustro los grandes medios de comunicación al servicio de sus amos político se han dedicado a dividir a la ciudadanía en las clasificaciones más estúpidas que nos pudiéramos imaginar, sin abandonar nunca la división madre por excelencia entre “los buenos y los malos”.

No me voy a poner aquí a enumerar la lista de etiquetas binarias que nos han colocado a troche y moche, pero no deja de maravillarme que hayamos superado el último frentismo nacido del “¿y tú de quien eres, del pedante de Motos o del cutre de Broncano (ambos adalides del humor del cuñadismo 2.0)?” para pasar a “¿y a ti quien te genera más rechazo, la sobrepasada de Lalachús o la insulsa en bolas de Pedroche?”.

Y así nos pasamos la vida, de peleilla en peleilla para ver al final quién está por encima del bien y del mal y sobre todo por encima del de enfrente. A saber: si los que defienden la obesidad de una propagandista progre a la vez que le espetan a Díaz Ayuso que se ponga una faja son mejores que a los que les parece encantador que una mujer sea exhibida como un cacho de carne bien fibrado, que deja poquísimo a la imaginación y que cada 31 de diciembre se arriesga a coger una pulmonía de caballo por salir vestida de la mamarrachada que se le ocurre a su estilista, Jousie.

De todas maneras,  vaya por delante que yo creo que este año la Pedroche lleva las de perder,  ya que todos los miles de memes, insultos, guarradas y opiniones que los cuarenta y pico millones de españolitos expresamos antes incluso de comernos las uvas sobre el out fit de la muchahacha para estrenar el año, su compañera de Lalachús no va a tener que soportar ninguno ya que la Guardia de Coorps del posmolerdismo mediático atajará e invalidará todo comentario u opinión al respecto de la presentadora, aunque lo haga fatal independientemente de su aspecto, ya que cualquiera que ose expresar algo que no sea un halago será acusado y sentenciado al grito de “GORDOFOBIA!”

Vaya por delante que a la inmensa mayoría de la gente le importa un pimiento el índice de masa corporal del prójimo. Es por ello que los mismos que van a pon era esa chica Broncano en la picota hacen de ello un “casus belli”, ya que se ha convertido en la estrategia perfecta para aplicar la censura en cualquier tema. Esa es la grandeza y la perfección de la cultura “Woke”, que yo no sé por qué la llaman cultura cuando lo que representa es la apología de la incultura más extrema. Laque silencia las opiniones que no son iguales que las de uno mismo. La incultura de la uniformidad y el no talento. La incultura de no feo y lo mediocre. Y para que no me digan que soy mediocre, que no hable nadie.

Menos mal que se han pasado tanto de vueltas en este nuevo macartismo que a la misma inmensa mayoría que no nos importa lo que pesa el vecino tampoco nos importa ya la opinión de cuatro rebotados que sean vuelto los buleadores de patio. Pero hay donde ya se está acabando el recreo, gracias a las diosas…

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