Real Madrid 2 – 3 Sevilla (Sábado 20, 21.00h)
Sobra decir que este resultado es el que muy probablemente me cueste la porra.
El Real Madrid, en tanto no venda a Vinicius o no eche a Xabi Alonso, es ese equipo por el que vale la pena presentar resultados que en términos de normalidad parecerían ilógicos. Apenas el miércoles pasado, Vinicius se burlaba en la banca, junto con Endrick, de que su equipo pasara apuros frente al poderosísimo Talavera de la Reina.
Y nada me parecería más lógico, dentro de lo ilógico, que fuera el equipo de DON MATÍAS JESÚS ALMEYDA (así, en mayúsculas, eterno pastor del Rebaño Sagrado de las Chivas Rayadas del Guadalajara) quien le regale un disgusto navideño al equipo de un Florentino Pérez que ya es mejor organizador de conciertos que cabeza de la entidad blanca.
Es en este tipo de partidos en los que los equipos de Almeyda se crecen. Dios bendiga la labia motivadora de ese gran hombre, a quien, ya más de una vez, el fútbol de La Liga lo ha castigado por querer ganar a toda costa partidos que tenía para firmar el empate.
Villarreal 3- 4 Barcelona (Domingo 21, 16.15h)
Otro resultado rompeporras, pero pues chingue a su madre, todo o nada (que la lógica indica que será nada… hasta que no lo sea).
Ya, el Villarreal viene de perder en Champions y en la Copa del Rey, pero yo ahí veo un accidente y un resultado presupuestado, respectivamente. El Villarreal tiene esta temporada en casa 20 goles a favor y solo 4 en contra… pero el Barça tiene 21 a favor fuera de casa y 15 en contra.
Es decir, juego cerrado pero de portería a portería, en el que yo creo que los de Flick, que están empezando a adquirir velocidad de crucero equiparable a la temporada 2024-2025, se van a quitar los guantes y van a plantear un partido de vértigo, cual final de patio de escuela, gol gana y a la chingada.
Ojalá, que ese Barça daba gusto de ver, aunque el nivel claramente no les alcance, todavía, para ganar la Champions (les urge un central de experiencia que acompañe al joven Cubarsí).
Suerte, familia.
