A petición de mi amiga Nuria que vive en el otro lado del mundo (España), me permito contar desde mi experiencia y mi perspectiva feminista lo que las mujeres mexicanas estamos viviendo a partir de la llegada de la “izquierda” al poder.
Ser feminista en tiempos de la 4T (cuarta transformación) está resultando más difícil que en los gobiernos anteriores. Antes la simulación desde la presidencia era importante, de alguna manera las feministas conseguíamos sentarnos a dialogar con autoridades y nuestras representantes en el congreso a cabildear. Con mucho trabajo, alianzas y acuerdos se fueron consolidando leyes y derechos por los que lucharon las mujeres y las feministas que nos precedieron. Sin embargo los avances y retrocesos de los derechos de las mujeres han ido siempre de la mano de la voluntad política del patriarca en el poder, y para aquellas que apostaron que la llegada de la “izquierda” significaba compartir en igualdad y paridad el poder se encontraron con otra decepción, nuevamente se les ordenó silencio y sometimiento al mandato patriarcal de un solo hombre, llamado Andrés Manuel López Obrador, AMLO.
Vía Nueva Revolución.